La luz otoñal baña los árboles secos que reciben con su sombra a los
escasos visitantes de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca un lunes por la
mañana, la destrucción de dos campos de
fútbol para ampliar la zona de gradas
son las primeras imágenes que dan la bienvenida al Autódromo Hermanos Rodríguez ubicado dentro de la Ciudad Deportiva.
Camiones de carga transitan, por lo que hasta hoy son áreas verdes, levantando una gigante nube de polvo que impide a un corredor seguir con su entrenamiento, se detiene, cubre su nariz y boca, aprieta los ojos durante unos segundos mientras el humo del camión que invade la zona deportiva se esfuma lentamente.
A escasos metros de la zona Skate junto a la grada
oriente, el sol golpea con brutalidad, la nube gris y café vuelve a aparecer
tras el paso de una retroexcabadora , dos jóvenes skates detienen su práctica, alrededor
ningún árbol que proteja con su sombra
de los intensos rayos solares del mediodía; entre el polvo, calor y la
contaminación los labios se resecan, encaminado a la cancha de hockey sobre patines se alcanzan a ver los campos de
futbol que hasta hace unos meses se cubrían por grandes árboles que hoy ya no
existen más, ahora el asfalto ocupa su lugar que el 30,31 de octubre y 1 de noviembre recibirá
El Gran Premio de México cuyas entradas costarán entre $1500 y $18,000
pesos.
Las patinetas se atoran en toda la pista de skate, abunda
la arena y piedras, dos jóvenes de gorra y tenis raspados con suelas cuya vida
se delata en las suelas, sentados sobre sus tablas con nostalgia en sus rostros
fijan la mirada en las máquinas que despiden humo negro y olor a chapopote “ya
no se puede patinar aquí, ya destruyeron un muro, nadie nos avisó nada, somos
bastantes los que venimos aquí, muchos se han ido” el más joven de ellos con la
voz aun adolescente pronuncia suaves palabras que destruyen el insoportable ruido de camiones y máquinas “para
muchos era como la segunda casa si lo quitan tendremos que buscar otro lado”.
La pista de patinaje está desolada, sus barandales fueron
destrozados, sucia de arena y grava es
imposible rodar bajo el ardiente sol como hasta hace unos días lo hacían
aproximadamente 200 jóvenes y niños,
comienza a caer la tarde, los patinadores en medio del polvo empiezan el
calentamiento en una cancha de basquet, otros más a un costado de una carpa que
invade el área verde cercana a la pista y unos cuantos en una de las orillas de
la pista.
Bajo amenazas y sin
aviso formal las autoridades de la Ciudad Deportiva invadieron las zonas deskate, hockey y patinaje “nos dijeron que si íbamos a algún medio o hacíamos
alguna protesta ya no nos dejarían entrenar y mucho menos reestablecerían la
pista” con la impotencia en los puños y
voz seria comenta el Profe. Tavera entrenador de patinaje de niños y
jóvenes.
Tavera declara a este reportero que hace tiempo les
dijeron que “instalarían gradas encima
de la pista de patinaje pero no desaparecería y la volverían a restablecer
pasando el evento automovilístico” sin
embargo el Profe. Con tono de resignación dice que el 16 de octubre es su
última clase porque a partir del 17 del mismo mes cierran totalmente al público
la ciudad Deportiva “ya cerrada completamente quien sabe que hagan con la
pista, la cancha y el skate quizá ya no volvamos a verlas tendremos que irnos a
otro lugar”.
Mientras el encargado del Instituto del Deporte delDistrito Federal ex atleta olímpico Horacio de la Vega en declaraciones ante
medios de comunicación afirma que la Ciudad de México es la “capital del deporte” los trabajos
en el Autódromo Hermanos Rodríguez deterioran, destruyen e invaden áreas
específicas para el deporte como comenta un entrenador de fútbol (quien no dio
su nombre) “desde hace meses no podemos entrenar, andamos buscando un espacio y
resulta que todos los campos empastados tienen dueño, los pocos que eran libres
ya no lo son por las gradas que pusieron y otros por lo maltratado que están
porque pasan camiones de carga”.
El sol continúa ardiendo, la vista alcanza para observar
a varios metros de distancia debido a que los árboles que antes impedían ver a
lo lejos fueron sustituidos por cemento, asfalto o enormes carpas blancas,
fierro, carros o simplemente los talaron para que pudieran transitar los
camiones de carga. El daño ocasionado es irremediable comentan vecinos y
usuarios de las instalaciones deportivas “a nadie preguntaron si queríamos
esto, a nadie incluyeron en sus planes de remodelación, como en otras ocasiones
los ciudadanos quedamos fuera del plan”.
“La Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca nació con el objetivo de brindar
un espacio para desarrollo deportivo de la clase obrera mexicana. Uno de sus
mayores impulsores fue el comediante de mediados del siglo XX Jesús Martínez, Palillo,
actor que cargaba un amparo bajo el vestuario; aquel promotor de carpas que pisó
la cárcel nueve veces por presentar obras de contenido satírico-político como Agarren
a López por pillo; La corrupción, SA; o El maleficio es
el PRI.
Las más de 200 hectáreas serían destinadas para instalar canchas de
futbol, basquetbol, tenis, voleibol, frontón, beisbol; juegos infantiles,
pistas de atletismo, patinaje, velódromo, albercas… para quienes no pudieran
pagar los clubes privados de la época.
En 1956, ejidos de la zona
fueron expropiados para construir el deportivo. Originalmente campesinos fueron
afectados en nombre del proletariado; hoy los beneficiados serán
multimillonarios”. Publicó la revista Contralínea el 5 de abril de 2015.
Algunos aseguran que “si Palillo viera esto volvería a
morir”. Sin embargo los planes para la
Magdalena Mixiuhca no son únicamente la remodelación del Autódromo sino también
la construcción del estadio de béisbol de los diablos rojos (hiper) “Con el
respaldo absoluto de la administración de Miguel Ángel Mancera, 75 mil metros
cuadrados de áreas públicas de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca serán
privatizadas para la construcción del nuevo estadio de los Diablos Rojos del
México. La usura de la cual se beneficiarán Alfredo Harp Helú y su equipo
profesional de béisbol se basa en un proceso ilegal sin contrato por escrito ni
estudios de impacto ambiental y urbano, revelan distintas entidades del
Gobierno del Distrito Federal y el propio director del Instituto del Deporte
local, encargado de administrar el deportivo. A pesar de todo, el proyecto
seguirá adelante y arrasará con una zona vital para la Ciudad de México,
consideran defensores, especialistas y
legisladores” Revista Contralínea.
La tarde es color naranja, en medio del ensordecedor motor de máquinas y
camiones que remueven escombros y trasladan enormes tubos de metal que aguardan
pacientes los trabajadores que montan el graderío, desde una cancha de futbol
se escuchan los escandalosos claxons, el canto de las aves, gritos de
futbolistas, risas de algunos niños que hasta el 16 de octubre podrán entrar a
lo que hasta hoy es “su deportivo”, después, nadie sabe si volverá a ser
la misma.









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